Tu coche podría tener derecho a la etiqueta medioambiental o a una mejor que la que se le ha asignado. Para conseguirla, si es el caso, deberás, sin embargo, seguir una serie de pasos para conseguir la preciada etiqueta que abre las puertas de determinadas zonas en algunas ciudades. En este artículo te contamos el porqué de los errores administrativos al respecto y cómo subsanarlos.
El error de la DGT es fijarse en el año de matriculación para dar las etiquetas y no en la norma de homologación. En algunos casos la norma entró en vigor antes del año ‘límite’ propuesto por la DGT, y en otros la marca pudo anticiparse a la entrada en vigor de la misma. El criterio elegido es el del año en que entraron en vigor de forma obligatoria las diversas normas sobre emisiones. Por ejemplo, la etiqueta C agrupa a los turismos de gasolina matriculados más tarde de 2006 y a los diésel posteriores a 2014.
Sin embargo, las fechas de entrada en vigor de las normativas Euro 3, Euro 4, Euro 5 o Euro 6 no siempre coinciden con el inicio de año. Además, algunas marcas adecuaron sus vehículos a las nuevas normas con antelación, por lo que cumplen los requisitos para tener etiqueta C, que se les ha ‘negado’ simplemente porque no porque fueron matriculados después de 2006 (gasolina) o 2014 (diésel) pese a cumplir la normativa en vigor en ese momento. Lo mismo pasa con las etiquetas B.
En estas circunstancias existen modelos diésel matriculados antes de 2005 que cumplen la Euro 4. De momento, no tienen pegatina B cuando, por cumplimiento de norma, deberían tenerla. Lo mismo ocurre con los modelos de gasolina que cumplen la Euro 3, pero a los que la norma de la DGT deja de momento sin pegatina por su fecha de matriculación.
En primer lugar, debes comprobar la ficha técnica del automóvil, donde debe figurar la norma de homologación. Si no estás seguro, puedes dirigirte al fabricante o a un concesionario para pedir el certificado de homologación de emisiones. Si este certificado confirma que, por tecnología, cumple las normas para tener la Etiqueta B -en caso de que Tráfico no se le haya adjudicado- o la Etiqueta C -en el caso de tener la B- deberás ir a una ITV con dicho certificado para que lo incluya en la documentación o ficha técnica del vehículo y después ir a Tráfico -su jefatura provincial- para que ponga al día el Registro de Vehículos y solicitar la correspondiente etiqueta.
Puede ser adecuado, además, dirigirse a los ayuntamientos de Madrid o Barcelona (más información sobre las restricciones aplicadas en este enlace) para que también pongan a punto sus registros con el fin de no recibir multas por circular (recuerda que son cámaras las que se encargan de forma automática de tramitarlas) o aparcar, o para beneficiarse de tarifas favorables en aparcamientos públicos, ya que comienzan a cobrarse según la etiqueta medioambiental.
Como paso previo es importante informarse de qué pegatina medioambiental tiene derecho ‘inicial’ su coche. Por 5 euros las pueden obtener en la Oficina de Correos, los establecimientos de la Confederación Española de Talleres, entre otros (más información en este enlace).