En estos días que estamos pasando de frío, el diésel se puede congelar. Conoce en que condiciones y cómo evitarlo.
¿Por qué de la congelación de el gasóleo?
El diésel está formado por varios elementos, entre ellos la parafina, un compuesto que aumenta el poder calorífico del combustible pero que en condiciones de temperaturas superbajas se puede llegar a solidificar formando pequeños cristales de parafina.
¿Qué pasa si se congela el diésel?
No pienses que con el frío el depósito de combustible se vaya a convertir en un gigantesco cubito de hielo: la consecuencia de la solidificación de la parafina es un aumento de la densidad del combustible que termina bloqueando el filtro del combustible y provocando la parada del motor.
¿Cómo evitamos que el diésel se congele?
La manera de evitar que el diésel se congele en tu depósito en circunstancias de mucho frío es combatir la formación de estos cristales utilizando productos que bajen el punto de neblina o de congelación (se puede comenzar a producir a partir de los 12 grados bajo cero). Estos productos suelen estar basados en queroseno (este no se congela hasta los 47 grados bajo cero, de ahí su utilización en el mundo aeronáutico). Se suelen vender como aditivos especiales o bien, en zonas de frío, el diésel que venden en las gasolineras de las marcas tradicionales ya lo incorpora.
Un truco casero para evitar la congelación del gasóleo es mezclar el diésel con gasolina, esta no debe superar nunca el 10% del total, es decir, 6 litros de gasolina para 60 litros de gasóleo.